Crónica del acto en Madrid: Octubre Rojo, la vanguardia. Artes Visuales

El martes 23 de mayo tuvo lugar, en el madrileño barrio de Aluche, un nuevo acto de la Comisión Octubre dedicado a analizar el movimiento artístico generado a raíz de la revolución socialista cuyo centenario conmemoramos este año. Dada la amplitud del tema tratado hubo que circunscribir el contenido de las intervenciones a las artes visuales que, como después se explicó, tendrían un papel central dentro de la Agitprop soviética.

Presentó el acto Joaquín Giménez, miembro de la Comisión Octubre en el distrito de Latina, quien agradeció a la Biblioteca Pública Municipal Ángel González la atención recibida para la realización del mismo. Además de acoger el evento, gracias al trabajo realizado por su personal pudimos disfrutar de una selección de libros y vídeos relacionados con la temática tratada.

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En primer lugar, intervino Joseba Angulo, de la Comisión Octubre, quien presentó brevemente a la propia Comisión y dio cuenta del trabajo realizado hasta ahora (decenas de actos), anunciando las próximas actividades en todo el país.

Sin la adecuada contextualización histórica realizada por Joseba en su ágil exposición no hubiéramos podido apreciar totalmente la importancia de este movimiento artístico al que llegamos después de hacer un repaso por los distintos “-ismos” que tuvieron lugar o se habían ido sucediendo hasta la época. La proyección de imágenes y gráficos con que acompañó su intervención ayudaron, sin duda, a situarnos en el significado del constructivismo, íntimamente ligado al resto de avances que se produjeron en los años veinte del siglo pasado en la entonces naciente Unión Soviética.

Alberto Berzosa, por su parte, centró su charla en el séptimo arte y en la industria cinematográfica impulsada de forma visionaria por el gobierno revolucionario como una manera de afrontar el elevado porcentaje de analfabetismo de la población. La importancia del montaje en la cinematografía constructivista, el efecto Koulechov, el cine ojo y otros términos derivaron en la presentación de dos directores, emblemáticos del citado período: Vertov y Eisenstein. Apoyado en oportunos audiovisuales desgranó la famosa escena de la escalinata de la película El acorazado Potemkin, que una vez más estremeció a la concurrida asistencia.

Tras un interesante debate posterior, el acto terminó con el deseo de saber más acerca de la cultura, el arte y la técnica que en aquellos momentos se pusieron al servicio de la Revolución.